Tal vez el nuevo título del blog no represente a la mayoría de los habitantes de Grand Bourg, o tal vez sí en las nuevas generaciones. Los he ido conociendo bastante en estos últimos 50 años que conocí la región, que no estaba ni en mi imaginación de mi infancia capitalina. A veces digo que me han traído al exilio, pero si hago el balance, para ser justo, no es tan así. Llegar a la zona fue tener una ampliación de aquel mundo cerrado de departamentos (porque hoy veo como crecen Torres en un municipio vecino y me pregunto como viven sin verde). Aquel tiempo era jugar a la pelota en los campitos con nuevos amigos (que hoy sigo viendo y otros han muerto) en cualquier terreno libre que había a fines de los 60. Nunca más jugar en las calles empedradas de Constitución, esperando que pasen los colectivos y los autos. Era otro universo y mi percepción de niño se ampliaba en horizontes de calles de tierra y de muchos campos, vacas y caballos, en todo lo que está hoy poblado en nuevos barrios, estaciones nuevas, y mucha más gente.
La palabra 'grandbourgués' no es de mi autoría. Era copyright de un cura catalán que recorría estas zonas con su citroen y su 'pata de palo'. Con ese nombre que nos había bautizado a los de Grand Bourg, me hacía reír mucho, porque daba en la clave del tema- que también nos pasa hoy a los argentinos: el problema de identidad. Él buscaba a los egresados del séptimo grado para hacerlos jugar un campeonato de fútbol en Del Viso. Era un un gran marketinero, dirían hoy los analistas de mercado. La mayoría representábamos a nuestra escuela que dejábamos, con el orgullo y pasión que les ponen los jugadores de un seleccionado nacional. Encima ofrecía becas y medias becas, y creo que muchas camadas se quedaban, porque era la continuidad de la amistad.
Hoy luego de muchos años en la docencia (en sus distintos niveles) pude evidenciar (como nos gusta decir en ciencia) un conocimiento empírico que comprobamos. La escuela- educación para nuestros sectores sociales- de este segundo cordón del Gran Buenos Aires (GBA)- fue un ascenso social. Nuestros padres en su mayoría eran obreros, empleados, trabajadores independientes. No sé si nos reconocíamos así en aquel tiempo: Muchos teníamos ese consejo simple: trabajar o estudiar. Para no ser sentencioso, siempre hay que aclarar que eran otros tiempos en Argentina y por ende en esta región. La división de el ex General Sarmiento, trajo algunos beneficios para los nuevos pobladores en materia de servicios públicos, que habrá que seguir observando en qué se gastan las arcas del Estado.
Nuestras especialidades universitarias nos permitieron trabajar, viajar, investigar muchas cosas, y si bien no viví todo el tiempo en Grand Bourg, desde que llegué: siempre estaba volviendo a 'este lugar en el mundo'. Hoy con otros modelos que se debaten en la Cultura, en los Medios, en la Educación, todos dentro de las tecnologías que llegan y seguirán llegando, tratamos de utilizar estas 'redes sociales', para seguir comunicando.
Estas líneas tipo Editorial (como el blog) tienen la influencia 'maileriana' (1). Siempre la idea es divulgar, mostrar desde el arte, la literatura, películas, entrevistas, para contar qué está sucediendo dentro de un pueblo que tuvo la avalancha (como muchos en el interior del país) de la tecnología no solo de la información (que a la gente le puede interesar o no) sino en otras dimensiones del arte, la cultura y la política (en relación de los entramados de quienes dependen). Creo que aparte de seguir escribiendo artículos críticos a quienes intervengan por este espacio, debemos agregarle dos cuestiones. Una es el humor y otra es seguir indagando si a la gente le interesa conocer la verdad. Otro aspecto que se va comprendiendo es que no existe una 'verdad absoluta'. Ya que con toda la explosión de Medios (como empresas) es importante tratar de distinguir, entre los que confunden, en los que son sometidos y en lo que se niega. Como siempre invitamos a escribir por este blog, a aquellos que se animen.
Carlos Liendro
(1) sobre Norman Mailer (1923- 2007) en las distintas vidas que ha tenido como escritor, periodista, cineasta, dramaturgo, activista de Derechos Humanos.
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