sábado, 25 de enero de 2020

FALLECE UN QUINTO CHICO EN UN MES

(Con este artículo iniciamos una serie de notas de periodistas del interior del país)

Mientras el nuevo Gobierno de Salta desde que asumió, hizo hasta hoy solo anuncios sobre la emergencia alimentaria y sanitaria, la entrega de módulos alimentarios, planta potabilizadora y construcción de pozos de agua, este último mes en el Chaco salteño murieron cinco niños por desnutrición, cuatro varoncitos y hace poco una niña de ocho meses.
Al Secretario de Salud Antonio de los Ríos traduciendo al lenguaje llano sus dichos: los indígenas son culpables de ser pobres, feos, sucios y muertos de hambre. Muertes de niños como política de Estado en Salta.
Es para lamentar, pero ya no sorprende a los salteños el desmanejo sanitario en el Norte Provincial de los gobiernos de Romero, Urtubey y ahora Gustavo Sáenz. A esta altura todo indica que la inoperancia o inacción del Ministerio de Salud, es una política de Estado.
Hasta hoy lo único bueno que se puede rescatar de ese Gobierno que se parece a un principio de solución, y que por ahora es solo un anuncio, es el plan a largo plazo de 90 pozos de aguas y la construcción de cisternas.
Sino se queda en un proyecto es algo que nunca se planeó para evitar las muertes , ni se dijo que se iba hacer en la zona y puede que sea una solución real porque el agua en el Chaco salteño no es potable y está contaminada.
Esta es la raíz de su problemática sanitaria y lo que básicamente provoca las constantes muertes de los niños por diarreas seguida de un cuadro de desnutrición. Aunque desde el Ministerio se insista en utilizar términos más técnicos como "un cuadro séptico y su agravamiento por carencia de un sistema inmunológico activo".
El gobierno culpa a los padres
Así catalogaron también la muerte de otro niño, un bebé de 8 meses producida el jueves 23 de enero, el quinto en los últimos 30 días. El niño murió internado en el hospital de Tartagal y el doctor Juan López gerente del hospital de Tartagal, desmintió categóricamente que en este caso, la familia que por "una cuestión cultural" haya negado la atención médica, como dijo escandalosamente el Secretario de Salud de la Provincia, Antonio de los Ríos
Aunque sea difícil de creer "otra vez sopa". Las autoridades del Ministerio de Salud primero no se expidieron para ratificar ni desmentir este nuevo quinta muerte, seguramente en el cumplimiento del "memorándum de confidencialidad", que ahora es virtual, aunque se lo haya anunciado como "dado de baja".
Segundo, después el propio Secretario de Salud de la Provincia, Antonio, hermano de Martín de Los Ríos, Ministro de Producción y Desarrollo Sustentable del Gobierno, revive una vieja y escandalosa polémica sobre muertes por "una cuestión cultural en los pueblos originarios" por lo que es seguro que nunca antes se instruyó respecto al tema antes de asumir el cargo, dichos por lo demandan su renuncia desde algunos sectores.
Pobres, feos y sucios...
Su arcaica y escandalosa declaración ya es tema nacional en los medios. Dijo: “En realidad no son muertes por desnutrición, sino que la desnutrición es un componente más en el cuadro clínico de los niños. Esto ocurre por múltiple factores relacionados con la forma de vida de las comunidades aborígenes, especialmente las comunidades wichis, que son reacias a la atención médica y muy cerradas, deben adquirir nuevos hábitos de higiene“.
En su limitada condición de funcionario Antonio de los Ríos, quien seguro se considera un ser privilegiado de la rancia oligarquía conservadora salteña, le faltó nada más que decir que los indígenas "son culpables de ser pobres, feos, sucios y muertos de hambre".
Lo único cierto es que las comunidades originarias nómades, cazadores y recolectores, suelen ser prolíficas, con 6 a 12 niños y niñas por familia, que a causa de los desmontes y la contaminación del río Bermejo y afluentes, la franja de 0 a 8 años mueren de hambre y/o por cuadros de diarrea o desnutrición.
En definitiva queda claro que los sucesivos gobiernos siguen cumpliendo con sus objetivos: el lento exterminio de indígenas de los departamentos de Rivadavia y San Martín en el Chaco Salteño, como parte de una política de Estado.
Más allá de la dialéctica y los eufemismos de los funcionarios inoperantes, las muertes de niños en las comunidades indígenas de Salta, son por la falta de acceso a los alimentos, el agua potable y el ineficiente servicios salud.
José Acho, periodista y editor
info@saltalibre.net

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